Sale el sol, se saca la ropa de lino: camisas que te mantienen fresco durante el calor.

Cuando llega el calor y el aire se vuelve denso, hay una prenda que se lleva el primer puesto sin lugar a dudas: el lino. El lino no lucha contra el calor, sino que se reconcilia con él. Y si te preocupan las arrugas, no te preocupes, forman parte de su encanto. Al igual que un buen vino o un sillón de cuero usado, cuanto más lo usas, mejor se vuelve.


La clave está en un corte suelto, pero no gigante, y en una tela fresca que no sea demasiado fina. Déjate unos botones abiertos, que las mangas caigan como quieran, y de pronto parece que tienes plan… aunque solo vayas a por un café con hielo. Combínala con pantalones de cordón o shorts, y ya tienes el uniforme del verano.


No se trata solo de mantenerse fresco, sino de parecer que todo está bajo control, incluso a 32 °C y a pleno sol. Las camisas de lino no son ninguna novedad, pero eso es precisamente lo que las hace especiales: se han ganado su lugar.


Con una buena en tu armario, estarás listo para tomar copas en la terraza, fines de semana en la playa y todo lo demás.